domingo, 4 de enero de 2009

"Cuando los mundos chocan." (2) (F.C.F.)

Como ya había comentado, nos faltaban dos puntos por estudiar referentes a la posible colisión de un NEO contra la Tierra: los mayores peligros conocidos que acechan actualmente, y los medios disponibles para eliminarlos.

He de deciros, para vuestro regocijo y tranquilidad, que a 4 de Enero de 2009, sólo hay un NEO (registrado) con un nivel en la escala de Turín superior a 0. Se trata del 2007 VK184, un pedrusco de 130m de diámetro, con capacidad para generar una explosión de 150Megatones, es decir, 3 veces más que la mayor bomba H jamás lanzada por el ser humano, la Bomba del Zar, probada por los rusos en el 61, que creó una bola de fuego de 5Km de diámetro, y que generó una potencia equivalente al 1,38% de la radiada por el Sol.

2007 VK184 tiene un nivel 1 en la escala de Turín [menuda birria], y un P=-1,83 en la de Palermo.
Y lo que es más importante, una probabilidad entre 2.940 de impactar contra la Tierra en el 2048.

No cabe duda de que comparado con el asteroide del tamaño de Texas que se cernía sobre la Tierra en Armageddon, y que un puñado de héroes americanos sin entrenamiento espacial partían a la mitad con una bombita nuclear depositada en un agujerito de su superficie, 2007 VK184 es una ridiculez.

[También es verdad que si yo fuera asteroide y viese venir a Ben Affleck en un cohete me desviaría de mi órbita para no verlo actuar].

Hecho este comentario, y con todos mis respetos hacia 2007 VK184, he de decir que el NEO más famoso y presuntamente peligroso en su momento fue 2004 MN4, posteriormente bautizado como 99942 Apophis. Este meteorito, de 270m de diámetro, y una energía de impacto estimada en 510MT fue descubierto en junio de 2004, y se convirtió en el NEO con el mayor nivel en la escala de Turín y la de Palermo hasta hoy en día.

Tras las primeras observaciones, Apophis llegó a tener unas presuntas posibilidades de impacto de una entre 37 para 2029, colocándolo en un nivel 4 en Turín, y con un P=1,10.

Paso de Apophis en 2029. [NASA]

Observaciones posteriores han descartado su impacto para 2029, pero se mantiene en segunda posición del ranking de peligrosidad, tras 2007 VK184, ya con Turín 0 y P=-2,41, por un posible impacto en 2036, y con una posibilidad entre 43.000.

[Respecto a la trayectoria de Apophis, circuló durante un tiempo el bulo de que un niño alemán había corregido los cálculos de la NASA con un telescopio casero, un chicle de Boomer y un clip (esto último es una licencia), pero la NASA pronto negó tal historia tachándola de absurda].

Vamos ahora a comparar la forma de proceder que aparece en la ciencia ficción contra este tipo de amenazas, con las posibles soluciones reales al problema.

Es evidente que la solución nuclear es la que más mola. ¿Qué mejor que mandar a cuatro sudorosos cachas de los Estados Unidos de América [pronunciado con énfasis] a colocar unas cabezas nucleares que manden el meteorito a tomar por el saco?. ¡Nada mejor!, debieron pensar la práctica totalidad de guionistas de cine catastrófico.
Es patriótico, divertido, y de paso les damos uso a unas armas que de otra manera tendríamos muertas de risa en algún cajón.

Sin embargo, este método resulta tener algunos incovenientes bastante molestos. A su favor diremos, que, en caso de que el impacto con la Tierra estuviese fechado para dentro de unos cuantos años, podría ser viable tratarlo con armas de este tipo, ya que, aún cuando sólo lograsen desviarlo unos milímetros por segundo de su trayectoria original, podrían ser suficientes al cabo de unos años para evitar el choque.

Existen, no obstante, dos problemas que se superponen. Por un lado, resultaría muy difícil explotar una bomba nuclear en la superficie o el interior de un asteroide, sin provocar un desprendimiento de "pequeños" [o grandes] fragmentos del mismo en todas direcciones, con la posibilidad de que estos alcanzasen la Tierra. De la misma manera, tales fragmentos podrían haber quedado contaminados con los restos radiactivos de las bombas, en el caso de que los hubiese...

La Agencia Espacial Europea (ESA) se encuentra trabajando actualmente en una nueva y "precursora" misión de desviación de PHAs conocida como Don Quijote [Ahora veréis el porqué del nombre].

Don Quijote consistiría en dos naves espaciales, llamadas Sancho e Hidalgo, que tendrían objetivos diferentes.

Sancho debería posarse en el asteroide y moverse con él durante un tiempo, determinando su masa, tamaño, y su órbita de la forma más precisa posible. Mientras tanto, Hidalgo, una vez conocidos los datos aportados por la otra nave, se estamparía [literalmente] contra el pedrusco desviándolo de su trayectoria maligna:


Misión Don Quijote.


¿A qué conclusiones se llegan?. Primero: lo más representativo del Quijote para la ESA es que se tiraba de cabeza contra los molinos. Dos: les gustó la idea.
Tecnología punta, no cabe duda...

Otra opción menos espectacular sería aquella en la que se enviaría una nave lo más pesada posible a viajar próxima al asteroide modificando poco a poco su trayectoria por efecto de la gravedad. Sin embargo, esta opción es muy lenta, y requeriría varios años.

Aunque existen otras propuestas, me quedaré finalmente con una que me ha llamado especialmente la atención. Esta consistiría en atarle una vela solar al asteroide, a modo de paracaídas, con la que alterar su trayectoria a través de la presión de radiación producida por los fotones emitidos por el Astro Rey.

He de decir que me decanto por Don Quijote. ¿Quién habrá sido el listo al que se le ocurrió estampar una nave de millones de euros contra un asteroide asesino?, estoy seguro de que sus coleguis de la ESA se rieron de él un buen rato.

Claro que también hacían caricaturas de Darwin con cuerpo de mono...

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